1 Samuel 2:2 Cross References - JBS

² No hay santo como el SEÑOR; porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Fuerte como el Dios nuestro.

¹¹ ¿Quién como tú, oh SEÑOR, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en loores, hacedor de maravillas?

² Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo el SEÑOR vuestro Dios.

²⁴ Señor DIOS, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano fuerte; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga según tus obras, y según tus valentías?

³⁵ A ti te fue mostrado, para que supieras que el SEÑOR es Dios; no hay nadie más fuera de él.

⁴ Del Fuerte, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él; es justo y recto.

²⁰ Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su postrimería; que son generación de perversidades, hijos sin fe.

³⁰ ¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos harían huir a diez millares, si su Fuerte no los hubiera vendido, y el SEÑOR no los hubiera entregado? ³¹ Que el fuerte de ellos no es como nuestro Fuerte; y aun nuestros enemigos son de ello jueces.

³⁹ ¶ Ved ahora que yo, yo soy él, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.

³² Porque ¿qué Dios hay sino el SEÑOR? ¿O quién es fuerte sino nuestro Dios?

² SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.

³ Seme por peña de fortaleza, adonde recurra yo continuamente; has mandado que yo sea salvo; porque tú eres mi roca, y mi castillo.

¹⁹ Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; porque has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú?

²⁵ ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

⁸ ¶ Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay otro que haga tus obras.

⁶ Porque ¿quién en los cielos se igualará con el SEÑOR? ¿Quién será semejante al SEÑOR entre los hijos de los poderosos?

⁸ Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Fuerte-JAH, Rodeado de tu verdad.

⁵ Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al estrado de sus pies santo.

⁹ Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el SEÑOR nuestro Dios es santo.

⁹ Pe Redención ha enviado a su pueblo, Tsade encargó para siempre su pacto, Cof santo y reverendo es su Nombre.

³ Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, el SEÑOR de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.

¹⁸ ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?

¹⁰ Vosotros sois mis testigos, dice el SEÑOR, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis, que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí. ¹¹ Yo, yo soy el SEÑOR; y fuera de mí no hay quien salve.

⁶ Así dice el SEÑOR, Rey de Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios.

⁸ No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde antiguo, y te dije antes lo que estaba por venir? Luego vosotros sois mis testigos que no hay Dios sino yo; y que no hay Fuerte, que yo no conozca.

¹⁵ Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito, para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.

⁶ No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.

⁸ Bienaventurado el varón al cual el Señor no imputó pecado.

⁴ Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por el padecer con paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

¹⁶ porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.