Proverbs 6:6 Cross References - JBS

⁶ ¶ Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;

⁷ Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, que ellas te enseñarán; y a las aves de los cielos, que ellas te lo mostrarán; ⁸ o habla a la tierra, que ella te enseñará; los peces del mar te lo declararán también.

¹⁷ Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave;

⁹ Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?

²⁶ ¶ Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían.

⁴ ¶ El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será engordada.

¹⁹ ¶ El camino del perezoso es como seto de espinos; mas la vereda de los rectos como una calzada.

⁹ ¶ También el que es negligente en su obra es hermano del gran desolador.

¹⁵ ¶ La pereza hace caer en sueño; y el alma negligente hambreará.

²⁴ ¶ El perezoso esconde su mano en el seno; aun a su boca no la llevará.

⁴ ¶ El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará.

²⁵ ¶ El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.

¹³ ¶ Dice el perezoso: El león está afuera; en medio de la calle seré asesinado.

³⁰ ¶ Pasé junto a la heredad del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; ³¹ y he aquí que por toda ella habían ya crecido espinas, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida. ³² Y yo miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé castigo. ³³ Un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; ³⁴ así vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre de escudo.

¹³ ¶ Dice el perezoso: El león está en el camino; el león está en las calles. ¹⁴ ¶ Las puertas se revuelven en sus quicios; así el perezoso en su cama. ¹⁵ ¶ Esconde el perezoso su mano en el seno; se cansa de volverla a su boca. ¹⁶ ¶ Más sabio es el perezoso en su propia opinión que siete que le den consejo.

²⁵ Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida;

³ El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de sus señores; Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.

²⁶ Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?

²⁶ Y respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí;

¹¹ en el cuidado no perezosos; ardientes en el Espíritu; sirviendo al Señor;

¹² que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.