Proverbs 29:3 Cross References - ReinaValera

³ El hombre que ama la sabiduría, alegra á su padre: Mas el que mantiene rameras, perderá la hacienda.

⁸ Aleja de ella tu camino, Y no te acerques á la puerta de su casa; ⁹ Porque no des á los extraños tu honor, Y tus años á cruel; ¹⁰ Porque no se harten los extraños de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño;

²⁶ Porque á causa de la mujer ramera es reducido el hombre á un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón.

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²⁰ El hijo sabio alegra al padre: Mas el hombre necio menosprecia á su madre.

¹⁷ Hombre necesitado será el que ama el deleite: Y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá.

²⁰ Tesoro codiciable y pingüe hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato lo disipará.

¹⁵ Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También á mí se me alegrará el corazón;

²⁴ Mucho se alegrará el padre del justo: Y el que engendró sabio se gozará con él. ²⁵ Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te engendró.

¹¹ Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me deshonrare.

⁷ El que guarda la ley es hijo prudente: Mas el que es compañero de glotones, avergüenza á su padre.

¹⁹ El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los ociosos, se hartará de pobreza.

¹³ Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan. ¹⁴ Y tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento. ¹⁵ Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre. ¹⁶ Y á muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos. ¹⁷ Porque él irá delante de él con el espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres á los hijos, y los rebeldes á la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo apercibido.

¹³ Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos á una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente.

³⁰ Mas cuando vino éste tu hijo, que ha consumido tu hacienda con rameras, has matado para él el becerro grueso.