Revelation 11:3 Cross References - ReinaValera

³ Y daré á mis dos testigos, y ellos profetizarán por mil doscientos y sesenta días, vestidos de sacos.

³⁴ Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y enlutóse por su hijo muchos días.

²⁶ Y habían quedado en el campo dos varones, llamado el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu: estaban estos entre los escritos, mas no habían salido al tabernáculo; y profetizaron en el campo.

⁶ Por dicho de dos testigos, ó de tres testigos, morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo.

¹⁵ No valdrá un testigo contra ninguno en cualquier delito, ó en cualquier pecado, en cualquier pecado que se cometiere. En el dicho de dos testigos, ó en el dicho de tres testigos consistirá el negocio.

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¹ LUEGO que supo Mardochêo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, y vistióse de saco y de ceniza, y fuése por medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor. ² Y vino hasta delante de la puerta del rey: porque no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de saco.

¹⁵ Yo cosí saco sobre mi piel, Y cargué mi cabeza de polvo.

¹² Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos llamó en este día á llanto y á endechas, á mesar y á vestir saco.

¹⁰ Sentáronse en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sión; Echaron polvo sobre sus cabezas, ciñéronse de saco; Las vírgenes de Jerusalem bajaron sus cabezas a tierra.

⁷ Y oía al varón vestido de lienzos, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el Viviente en los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad. Y cuando se acabare el esparcimiento del escuadrón del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.

¹⁶ Mas si no te oyere, toma aún contigo uno ó dos, para que en boca de dos ó de tres testigos conste toda palabra.

⁴⁸ Y vosotros sois testigos de estas cosas.

⁵ Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. ⁶ Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. ⁷ No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez. ⁸ El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni á dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

²⁷ Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo, si no le fuere dado del cielo.

²⁷ Y vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.

⁸ Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.

³² A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

¹⁵ Y matasteis al Autor de la vida, al cual Dios ha resucitado de los muertos; de lo que nosotros somos testigos.

³¹ Y él fué visto por muchos días de los que habían subido juntamente con él de Galilea á Jerusalem, los cuales son sus testigos al pueblo.

²⁸ Y á unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores; luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas.

¹ ESTA tercera vez voy á vosotros. En la boca de dos ó de tres testigos consistirá todo negocio.

¹¹ Y él mismo dió unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores;

⁵ Y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre,

² Y echa fuera el patio que está fuera del templo, y no lo midas, porque es dado á los Gentiles; y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

⁶ Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días.

⁵ Y le fué dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: y le fué dada potencia de obrar cuarenta y dos meses.

¹⁰ Y yo me eché á sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora á Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

⁴ Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fué dado juicio; y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni á su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años.