Psalms 73:25 Cross References - SE

²⁵ ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti ? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

² Di al SEÑOR: Señor tú eres mi bien; no tengo otro bien fuera de ti.

⁵ El SEÑOR es la porción de mi parte y de mi copa; tú sustentarás mi suerte.

¹¹ Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.

¹⁵ Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza.

⁴ Pon asimismo tu delicia en el SEÑOR, y él te dará las peticiones de tu corazón.

¹ Al Vencedor: Masquil a los hijos de Coré. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. ² Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ­Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios!

⁴ Y entraré al altar de Dios, al Dios alegría de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

³ Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.

⁶ Porque ¿quién en los cielos se igualará con el SEÑOR? ¿ Quién será semejante al SEÑOR entre los hijos de los dioses?

³⁴ Me será suave hablar de él; yo me alegraré en el SEÑOR.

⁶ Extendí mis manos a ti; mi alma a ti como la tierra sedienta. (Selah.) ⁷ Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura. ⁸ Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma.

⁸ Aun en el camino de tus juicios, oh SEÑOR, te esperamos, a tu nombre y a tu memoria es el deseo del alma. ⁹ Con mi alma te deseo en la noche, y entre tanto que me dure el espíritu en medio de mí, madrugaré a buscarte; porque desde que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.

¹⁷ Porque la higuera no florecerá, ni en las vides habrá fruto; la obra de la oliva mentirá, y los labrados no darán mantenimiento; las ovejas serán taladas de la majada, y en los corrales no habrá vacas; ¹⁸ pero yo en el SEÑOR me alegraré, y en el Dios de mi salud me gozaré.

⁸ Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios.

³⁷ El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.

⁸ Y ciertamente, aun aprecio todas las cosas como pérdida por el eminente conocimiento del Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar al Cristo,

² Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere (en nosotros), seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.

³ Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.

²² Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. ²³ Y la Ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la claridad de Dios la ha alumbrado, y el Cordero es su candil.