JBS(i)
32 Dios es el que me ciñe de fuerza, e hizo perfecto mi camino.
33 Quien pone mis pies como pies de ciervas, y me hizo estar sobre mis alturas.
34 Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de bronce será quebrado con mis brazos.
35 Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.
36 Ensancharás mis pasos debajo de mí, y no titubearán mis rodillas.
37 Perseguiré a mis enemigos, y los alcanzaré, y no volveré hasta acabarlos.
38 Los heriré, y no podrán levantarse; caerán debajo de mis pies.
39 Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.
40 Y me diste la cerviz de mis enemigos, y destruí a los que me aborrecían.
41 Clamaron, y no hubo quién se salvara; aun al SEÑOR, mas no los oyó.
42 Y los molí como polvo delante del viento; los esparcí como lodo de las calles.
43 Me libraste de contiendas de pueblo; me pusiste por cabecera de gentiles; pueblo que no conocí, me sirvió.
44 Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad;
45 Los hombres extraños se cayeron, y tuvieron miedo desde sus encerramientos.
46 Viva el SEÑOR, y bendito sea mi fuerte; y sea ensalzado el Dios de mi salud.
47 El Dios que me da las venganzas, y sujetó pueblos debajo de mí.
48 Mi libertador de mis enemigos; también me hiciste superior a mis adversarios; de varón traidor me libraste.
49 Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre.
50 El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.