Lamentations 4:1-9

SE(i) 1 Alef : ­Cómo se ha oscurecido el oro! ­Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del Santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles. 2 Bet : Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro. ­Cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos de alfarero! 3 Guímel : Aun los monstruos marinos sacan la mama, dan de mamar a sus chiquitos. La hija de mi pueblo es cruel, como los avestruces en el desierto. 4 Dálet : La lengua del niño de pecho, de sed se pegó a su paladar; los chiquitos pidieron pan, y no hubo quien se lo partiese. 5 He : Los que comían delicadamente, asolados fueron en las calles. Los que se criaron en carmesí, abrazaron los estiércoles. 6 Vau : Y se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, que fue trastornada en un momento, y no asentaron sobre ella compañías. 7 Zain : Sus Nazareos fueron blancos más que la nieve, más resplandecientes que la leche; su compostura más encendida que las piedras preciosas cortadas del zafiro; 8 Chet : Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seco como un palo. 9 Tet : Más dichosos fueron los muertos a cuchillo que los muertos del hambre. Porque éstos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra.